miércoles, 20 de octubre de 2010

Lycklig pojke

Todos los días pasa algo, y hoy no iba a ser menos. Pedaleando hasta el súper que tenemos cerquita de casa, nos encontramos un móvil. Estaba perfecto, nuevecito y encendido. Se ve que no llevaba mucho tiempo tirado, seguramente una hora más en el suelo y la lluvia y el frío hubieran terminado con él. Le salvamos la vida.
Mientras hicimos la compra que necesitábamos, nos pusimos de acuerdo en como ponernos en contacto con el dueño. Yo quería llamar a su madre, eso me parecía lo mas seguro. ¿Quién no tiene en la agenda mamá?. Pero un tal Tomi se adelantó y nos dio el trabajo hecho. Era el dueño, que yo creo que vio el cielo. Fue fácil quedar con él, por suerte estaba en el cole, muy cerquita de nuestra casa. Era un niño de unos 14 años, me encantó verle la cara de felicidad mezclada con nervios. Dijo "thank you sooooooooo much" con una sonrisa gigante. Yo esperaba una recompensa en una maletita pero... Otra vez será.

3 comentarios:

jotiña dijo...

podíais haberle dejado todos los datos en un usb como hicisteis con el ordenador del profesor...... jejejeje que se os ve el plumero... ordenadores móviles, que sera lo próximo?...jajajaja
vándalos!!!, dios!!!! que se podía esperar de unos españolitos (guiño)

Anónimo dijo...

Yo una vez hice lo mismo con un mobil rosa k me encontré en la parada de bus! la duenya (una chica adolescente ) se puso super contenta :)

Silvia dijo...

Jajajajaja, a mi me pasó algo parecido cuando tenía la patata del "One touch" y me robaron el bolso, pero los ladronzuelos se ve que no les interesaba tener un walki-talkie y me dejaron el móvil, psssssssssss

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