lunes, 18 de octubre de 2010

Promenad

Ir a dar un paseito puede traer muchas sorpresas. Salimos con las bicis a investigar un poquito, todo iba fenomenal hasta que llegamos a un camino en medio del bosque. Nos lo encontramos todo congelado. Lo mejor de todo fue, que para entrenar no nos bajamos de la bicicleta. Fue muy divertido, aunque he de decir que por lo menos yo, iba con mucho cuidado.

Lo más importante es mantener firme el manillar e intentar ir lo mas recto posible. La rueda de atrás resbala mogollón. La verdad es que te puedes caer bien fácil y por experiencia propia a principios de año, os digo que puedes hacerte mucha pupita.
Cuando decidimos volver a casa, los dos muy contentos y satisfechos con el entrenamiento, ya era de noche y regresamos por el mismo camino. Esta vez, y para ponerle la guinda al pastel, el alumbrado del camino del bosque estaba estropeado y no se veía nada. Lo siento, pero nos bajamos de la bici, ya era suficiente riesgo por un día. Menos mal que Miguel llevaba una linterna y yo tenía luz en la bici. Fue un final de paseo muy emocionante.


2 comentarios:

Natalia Umpiérrez dijo...

Madre mía, andadme con mucho cuidadito, no vaya a ser que tengamos que ir al hospital. Ya veo que sois especialistas en bici+nieve, pero en un principio parecen dos cosas un tanto incompatibles. ¿Pero qué dices, Saleta? ¿Couce portando una linterna? Pensaba que era del tipo de persona a la que los gadgets le traen al pairo. (Guiñadita, guiñadita).

jotiña dijo...

Jode saleta, andate con ojo ,la primera foto ya resulta inquietante pero la segunda da un miedo que te cagaaaas! mira que tíos mas raros te puedes encontrar por esos caminos. jejeje


De todas maneras nos damos cuenta que tu sabías bien lo que hacías, no te fuiste a Suecia con "M couceiro"... tu te fuiste con "M acgyver" jajajaja

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