Con el día despejado y 10 grados de temperatura este domingo, intentamos salir a hacer una barbacoa al lado del río. Íbamos totalmente equipados, hasta teníamos madera sequita que Miguel había dejado al sol hace un par de semanas, e incluso llevábamos mechero y cerillas por si acaso. Tenía toda la pinta de ser una super barbacoa, pero no contamos que estamos en Skellefteå, la ciudad del viento. Al cruzar el puente ya empezamos a darnos cuenta de que iba a ser misión imposible, el viento casi no nos dejaba avanzar con las bicis. Aún así, lo intentamos y fuimos en busca de una caseta donde poder hacer fuego, pero la nieve que aún resiste y los charcos de la derretida nos fastidiaron la última intentona del día de parrillada. ¡Una pena!
De entrada, para que no nos vuelva a pasar, nos hemos comprado nuestra propia mini parrilla. Si la próxima intentona, que será pronto, nos vuelve a salir rana, siempre nos queda la entrada de casa para disfrutar de un bonito día.
El Kalevala en Star Wars: Mandalorian
Hace 6 meses
3 comentarios:
De los contratiempos siempre se saca algo positivo.
Un beso y no desanimarse.
Nando.
yo tambíen compré algo parecido, pero es una sarten para aprender a hacer flores..... jijijijiji
uy uy uy!! Que peligro con las flores! yo sé de una que va a estar encantada :D
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