lunes, 12 de septiembre de 2011

Fjädrar rullar

Una cosa buena que tiene estudiar sueco en un colegio para inmigrantes, es que puedes aprovechar para aprender cosas de diferentes países y culturas. Nunca dejo de sorprenderme al ver lo diferentes que son nuestros pensamientos, maneras de actuar e incluso el modo en que nos comunicamos, pero aún así, todo funciona, y nos vamos entendiendo.

Lo que más me gusta últimamente es romperle la cabeza a mi compañera Gemma para que me cuente sus secretos culinarios. Es una chica filipina, que conoce a la perfección todos los secretos sobre el arroz, y hace una comida asiática fantástica. Este tipo de comida ya me gustaba de antes, pero reconozco que tener confianza con el chef mejora el asunto. Mi primera apuesta es el rollito de primavera. Que sepáis que es una apuesta arriesgada, cuando compras la masa para enrollarlo, el paquete trae 40 láminas. Así que ahí están, 37 rollitos en el congelador esperando a ser devorados. Por cierto, los 3 que faltan estaban ¡buenísimos!

3 comentarios:

Natalia Umpiérrez dijo...

¡Mucho arte tienen esos rollitos! ¡Me encanta lo bien que están enrolladitos! Lo que daría por probarlos... (mmm)

xabi dijo...

que buena cosa que diría uno que yo me se!!!lo de confianza en el chef y el la materia prima debe darles un plus de sabor:)

sogra dijo...

Ahora lo que nos hace falta es que nos deis la receta completa. lo intentariamos y malo será que no pudiesen comerse, incluso os lo agradecería. En principio tienen una buenisima pinta y tambien me apunto a probarlos.............. mmmmmmmmmmmm y requete mmmmmmmmmmmmmmmmm

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