martes, 4 de octubre de 2011

Igelkott

Me encantan los erizos, son unos animalillos muy graciosos, aunque a veces no huelen del todo bien y tienen un poco de mala leche. Gracias a Skellefteå me quité de la cabeza tener uno en casa, a partir de primavera y hasta el otoño bien largo, es super común encontrártelos por todas partes. Yo muchas veces me sorprendo a mí misma persiguiéndolos para observar todos sus movimientos, los toco con un palito para ver como se enroscan y la verdad es que me lo paso pipa, para que engañarnos. Los de mi zona no viven nada tranquilos, sobre todo los pequeñitos que son los más monos. Por cierto, para quien lo dude, se pueden domesticar. ¡Ahí queda eso!

Foto Creative Commons Flicker CraftyGoat

3 comentarios:

Natalia Umpiérrez dijo...

Saleta, cuando estuvimos en Madrid vimos una tienda de animales que los vendía. Me acordé de ti al momento. No pude entrar para preguntar el precio y me quedó la duda de saber a cuánto los vendían.
Pobrecitos, qué penita metiditos en aquella jaulita...

Saleta dijo...

Pues creo que está caro el kilo, como a unos 150 eurelios...

Maite dijo...

En mi vecindario también hay ericillos!! pero sólo salen por la noche y corren de arbusto a arbusto a esconderse. yo quiero one.

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