El otro día os hablaba de las motos cuando llega el buen tiempo, y hoy, mientras volvía del campus me dí cuenta de que también se ve a muchísima más gente fumando por la calle estos días ¡incluso mientras van el la bici! Mi teoría sobre este repentino fumeteo veraniego es que a nadie le importa ya tener que sacar la mano de dentro del guante, es más ¿quién necesita guante?. En invierno se puede llegar a ver a algún que otro valiente apurando el pitillo apoyado en una esquina, pero con este tiempo, para algunos el pitillo es casi tan imprescindible como el móvil. Y pensar que yo dejé de fumar cuando llegué a Suecia, además de porque quería, porque no tenía casi ninguna tentación. Ahora me doy cuenta de que me vine un enero y que cuando el buen tiempo llegó yo estaba na miña terriña. Pronto os contaré como se las arreglan los fumadores Suecos a los que no les gusta salir en invierno...
El Kalevala en Star Wars: Mandalorian
Hace 2 meses
3 comentarios:
como pega ese solaco,no?llevas encendidos los mofletes:)
Son los mofletes de Heidy
Coma sempre =)
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