¡Vaya par de semanas llevamos! Para empezar se nos plantó aquí parte de la familia, con lo que ello conlleva. Habrá que llevárselos por ahí a ver cosas y claro, el blog lo dejamos un poco de lado. Pero mirad la parte buena, ahora estamos de vuelta con un montón de fotos y cosas que contaros, justo a tiempo para el verano. Que esa es otra, en quince días la cosa pasó de estar con nieve por todas partes a que la hierba ya se empieza a poner verde y los árboles a brotar.
Pero empecemos por lo más importante, y en Skellefteå lo más importante es siempre el hockey. Y más cuando acaban de ganar la liga después de 38 años. Llevamos aquí tres años y nunca habíamos visto semejante cosa. El jueves por la noche se jugaba el cuarto partido de la final, en la que el Skellefteå AIK había ganado los tres primeros partidos al Luleå HF, su vecino y máximo rival. Como seguramente recordáis lo que os expliqué hace un par de entradas (guiño, guiño) de ganar, el Skellefteå AIK ganaría la liga, encima humillándoles en el campo del Luleå HF. Y no dieron chance: 0-4 el partido, 4-0 la final y la liga para Skellefteå. Luego claro, recepción a los jugadores en el estadio horas después del partido y al día siguiente fiesta en la plaza central de la ciudad, donde se reunieron más de 10.000 personas, un tercio de la población total de la ciudad. En Skellefteå se bromea habitualmente con que aquí la gente es muy calmada, que nunca pasa nada, los más crueles incluso dicen que son unos aburridos. Pues echadle un vistazo al álbum de facebook con fotos de las celebraciones para ver que nada más lejos de la realidad.
Y de regalo:
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